No tengo idea de que significo esta vivencia, uno de mis sueños replico una predicción. La verdad es que tengo miedo, pero a la vez deseo que lo que pude presenciar se convierta en realidad. Indiscutiblemente esta vivencia me recordó a la chica que conocí dentro del hospital psiquiátrico, me identifique nuevamente con su mirada de ausencia, y su perdida noción de la realidad.
Acabo de tener un sueño digno de recordar y justo cuando este llego a su clímax, el sonar de mi teléfono obligo a la pesadilla a desaparecer. Por si fuera poco el tono de este, no era otro más que el de un tema fúnebre. La melodía sonó tan melancólica que el toque se volvió exacto para que mi frágil mente cediera aún más, ante el mar de agonías que la atacaba. La llamada era de un señor amigo mío, quien hoy conmemoraba el aniversario de defunción a su esposa, entonces pensé que el motivo de la llamada era recordarme el evento a el cual yo ya había decidido ir. Al contestar me entere de un suceso trágico, tan grande fue el impacto de la noticia que creó aún más inestabilidad en mí. "Mi hija de 14 años murió ayer en la noche de una forma bastante inusual" esas palabras provenientes de mi amigo, fueron las que crearon confusión en mi ser… yo soñé con la muerte de esa niña, antes de alguien me lo hiciera saber.
En mi sueño fui a un funeral. Lo cual fue extraño puesto que no buscaba ir uno, solo iría a visitar la tumba de mi amiga, la esposa del señor. La visitaría en su propia casa, el esposo la había sepultado en un hermoso jardín en el techo. El sueño comenzó cuando subí al techo, al llegar, encontré el piso bastante irregular, ahora nada del hermoso jardín mantenía su belleza. La tierra estaba regada por todas partes, como si alguien hubiese tratado de destruir todo vestigio de felicidad y pureza. Camine entre los escombros hasta llegar al recinto póstumo, y lo primero que observé fue la ausencia de la lápida en el suelo, en su lugar la tierra alrededor había sido movida y aún estaba fresca, incluso logre ver tres flores silvestres en el suave suelo. Al observar las flores color lila, me percate que eran las mismas que yo había comprado hace dos semanas, fueron las que di al señor en promesa a colocarlas en la lápida de su esposa. Me extraño ver que después de dos semanas, estas siguieran exactamente tan coloridas como en el día en que las compre.
Aun lado había sido cavada recientemente una nueva fosa. A pesar de ser muy ancha no era muy profunda, apenas podía caber una persona acostada. Entonces me extrañe de ver al señor con la pala aun en las manos. Fue guíe mi vista directamente a sus ojos tristes, y él solo señalo a su costado, donde se encontraba un cadáver cubierto por una sabana color violeta. Pregunte quien era la persona cubierta por la sabana, él respondió que era su hija y que lo disculpara por no haberme avisado antes. Simplemente no supe que decir ante esta situación, ya que la noticia realmente impacto a mi mente. "Solo quiero dejar libre a mi hija y unirla con la tierra…" sus palabras me causaron confusión. Pero antes de que yo pudiera decir algo, continúo diciendo que había fallecido ya hacia dos días, de una forma demasiado extraña; Ella había perdido cualquier signo vital y sin embargo estaba destinada a que su cuerpo aun conservara reflejos dignos de la vida… podía reír, llorar, incluso hablar, era por eso que él no pudo desprenderse antes del cuerpo. Al ver a su hija en ese estado asemejado a un letargo, le era más difícil aceptar que ella había muerto, todo este tiempo deseaba que aun estuviese dormida. Así que prefirió mejor enterrarla de una vez por todas y entonces dejarla partir.
Quede perplejo después de escuchar el relato. Lo único que se me ocurrió en el momento, fue brindarle una rosa que traía en la mano, la cual yo mismo había confeccionado desde un pedazo de papel rojo. El señor destapo al cadáver de su hija y coloco la rosa entre sus manos por encima del pecho, luego levanto firmemente el cuerpo y la posó cuidadosamente sobre una manta color vino dentro de la fosa. Una vez que soltó a su hija en el suelo, el cuerpo que había permanecido inanimado comenzó a sollozar, reclamando también lágrimas en los ojos de su padre. Inmediatamente quede estático sin poder decir nada, únicamente obligado a ser testigo de aquel acto inexplicable. Entonces el cadáver comenzó a llorar con mayor intensidad cada vez, hasta convertirse en el único sonido existente, retumbando una y otra vez dentro de mi cabeza.
Simplemente no podía concebir lo que mis ojos veían. De pronto la niña disminuyo el llanto, y comenzó a moverse descontroladamente desde el suelo, acompañada de fuertes balbuceos sin sentido. El señor se hinco fuera de la fosa y se dejó caer en crisis, expresándola a través de un llanto incontenible. Mis oídos simplemente ya no podían distinguir nada más, hasta que aquellos balbuceos de la niña comenzaron a tener forma de suplicas, reclamando así la atención y el silencio de su propio padre. “No por favor, no quiero ir” era lo único que ella gritaba, y lo hacia una y otra vez. Al escuchar lo que decía, quede aun más sorprendido. Pero por extraño que pareciera, por fin me atreví a tomar una decisión y descendí a la fosa, dispuesto a no abandonar a aquella víctima dentro de sus propios tormentos. Me acerque al cadáver y le susurre al oído con voz suave "tranquila, todo está bien". Ella me tomo fuertemente de la mano y abrió los ojos, expresando una mirada tan pérdida que ni siquiera se podía apreciar vida.
Me dijo que estaba bien pero que ahora no tenía a donde más ir, la habían abandonado y que no quería seguir el único camino, después se acercó a mi oído y grito “Por favor, no permitas que me lleven allá ”. De nuevo el miedo me invadió, pero aun así intrigado pregunte como era el lugar donde se encontraba, y cómo fue que llego ahí. Mantuvo su mirada pérdida y de la nada comenzó a gritar sin sentido, en seguida comenzó a llorar y entonces respondió mi pregunta "Jugaba con ellas hasta que tuvieron que irse, entonces las seguí a pesar de que prometí no hacerlo, pero después desaparecieron y me dejaron aquí sola". Le dije que confiara y que siguiera adelante, era el único camino y ya no estaba sola. De nuevo grito con todas su fuerzas, “No quiero seguir, tengo miedo”, “No quiero, no quiero”.
Sus palabras me golpearon fuerte. Respire profundamente, entonces tome fuerzas para hincarme y la abrase, pidiéndole que no tuviera más miedo. Ella solo comenzó a repetir una y otra vez que no quería ir. Cerré los ojos y la abrase más fuerte repitiéndole que ya no estaba sola, entonces comenzó a vomitar hacia el cielo y volvió a repetir lo mismo una y otra vez. Abrí los ojos vi su rostro lleno de vómito y lágrimas, y me di cuenta de que no podría cambiar nada. Cerré los ojos una vez más para abrazarla nuevamente y al abrirlos… ya no estábamos en aquel jardín. Me encontraba con ella en un lugar desolado, era como una especie de limbo. El cielo mantenía tonalidades naranjas como el atardecer, y a su vez un hermoso azul que solo se encuentra cuando el sol está por nacer. El suelo era fangoso y oscuro, había cadáveres de animales por doquier, permitiendo que los arboles marchitos en ese lugar se mezclaran perfectamente con el ambiente.
Nuevamente apreté su mano fuerte y le dije que no tuviera miedo, a pesar de que yo sentía pavor. Ella volteo su rostro hacia mí, me miro a los ojos y señalo al horizonte dejando oír nuevamente su frágil voz “como no debo de tener miedo, has visto quien está allí ”. Sin poderlo describir, un sentimiento de nostalgia me ataco, no me atreví a mirar dentro del horizonte entonces agache mi rostro y cerré los ojos… al volverlos a abrir estaba de nuevo en la fosa. Lo primero que vi al regresar fue el cadáver eufórico, pero ahora con sus pupilas de color violeta, agitándose violentamente de un lado a otro. Entonces supe que no podía abandonarla en este momento, así que me arme de valor, la abrase y cerré los ojos. Regrese a aquel limbo y ella me dijo tengo miedo y no quiero enfrentarlo. Repetí mis palabras una vez más “No estás sola”. Comenzó a balbucear de nuevo y solo pude distinguir unas pocas palabras de su boca: “el miedo siempre se apodera de mí, cuando sé que ahí está………” No alcance a distinguir a quien se refería, guíe mi mirada hacia el horizonte y pude apreciar una esbelta figura de mujer. La niña se giró frente a mí, me tomo de las dos manos y me miro con su rostro ahora desfigurado “¿De verdad no tienes miedo? ”, fue todo lo que dijo.
Entonces desperté siendo reclamado por el sonar del teléfono, y a pesar de saber que fue un sueño, aun aquel mar de pesadillas me hacía sentir ahogado.
Después de la llamada de aquel hombre, tome una libreta inmediatamente y comencé a escribir lo que soñé. Nunca me había querido contar algo personal, pero esta vez fui el protagonista de una historia interesante, al menos a mi parecer. El objetivo de compartir mis pensamientos incluso sabiendo que posiblemente son estúpidos, es demostrar que se debe encarar aquello a lo que más has tenido miedo, no se puede simplemente girar la cabeza y fingir que nunca sucedió. Confieso que no sé qué pensar realmente… es decir, nunca conocí a la niña. Siento intriga de que aquel sueño violento, adquiera las deidades de un presagio. No quiero terminar de nuevo como aquella joven que conocí en el hospital, y para evitarlo solo hay una cosa que me queda por hacer… enfrentar mi destino en aquel funeral.
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