La hipergrafía es un trastorno psicológico que produce en aquellos que la portan, una insaciable sensación de escribir. Querido lector-escritor ¿Te suena?
¡Los monstruos de tinta existen!:
Léelo en voz baja y rescatame
No olvides este otro, habla de una tinta sin rostro:
Las palabras vienen por mí
¿Cómo es que las palabras inician a robar tu vida? Primero eres aquejado por periodos de conciencia alterados que inician con emociones intensas (en su mayoría son con base en el miedo, pero también estados de éxtasis embriagantes se hacen presentes), la confusión comienza a guiar tu vida, y después la perdida de la noción de la realidad y de la ubicuidad reclaman tu atención. Algunas otras características de personas sumergidas en la tinta, pueden ser tales como girar la cabeza de un lado a otro enfocando visualmente lo primero que encuentran, gritar sin motivo aparente, impulsos corporales enérgicos (como tomar la pluma con mucha fuerza), cambios bruscos de temperamento, también que las extremidades se sacudan violentamente incluso hasta acabar en daño. En ocasiones aparece la sensación de que se encuentran cayendo o flotando en el aire.
¿Qué más se puede relacionar, a la pérdida del alma misma entre las letras? Diálogos internos y extensos sobre temas filosóficos y/o religiosos tales como vida y muerte, amor y odio, perdón y venganza, tranquilidad y caos, luz divina y fuego diabólico entre otros temas que a menudo terminan por convertirse a un nivel donde ambos coexisten formando parte de uno mismo. Por dar algunos ejemplos: Vivir en la muerte y amar al odio. Los trastornos compulsivos y obsesivos también tienen lugar en personas esclavizadas por este trastorno, en especial la atención y retención descontrolada en los detalles (me declaro culpable de esta última).
La hipergrafía tiene como una de sus causas mejor comprendida,s la epilepsia del lóbulo temporal. Se tomó a uno de los objetos de estudios con el trastorno y al practicarle un electroencefalograma, este mostro picos epilépticos en el lóbulo temporal derecho. Para ser diagnosticado (clínicamente) con hipergrafía o “síndrome de Geschwind” se deben cumplir estas características: 1) Insaciable deseo por escribir; 2) Una profunda vida emocional (en ocasiones descrita como hiperfilosófica o hiperreligiosa); 3) Volatilidad emocional; 4) Libido sexual alterado; 5) Sobreinclusión, ocasionada por una atención excesiva al detalle. Por agregar un dato más, cabe resaltar que el escrito debe de ser significativo al menos para el autor, y esto no tiene que ser de buena (generalmente la hipergrafía no genera obras de artes).
A veces uno puede pensar que se escribe mejor cuanto más enfermo mental se está (orientar los escritos a un ritmo frenético es fantástico). Tenemos al gran Nietzsche que demuestra que el psiquiátrico es un precio justo a pagar, con tal de que tus palabras adquieran peso “los que me van a leer nacerán dentro de cien años”, unas gran frase que nos regalo.
Lo interesante aquí son las personas como tú mi querido lector-escritor, que probablemente al igual que yo cumplamos más de una de las características. Manteniendo fuera de la escritura una vida "normal"… ¿Deberíamos ser considerados parte de este selecto grupo de escritores?
Estos dos escritos hablan de como una historia puede cobrar vida... me pregunto si esto reafirma en mí la demencia por las letras.
¡Los monstruos de tinta existen!:
Léelo en voz baja y rescatame
No olvides este otro, habla de una tinta sin rostro:
Las palabras vienen por mí