jueves, 31 de marzo de 2011

Juega a morir (Fragmento de Caras sin rostro)

8:15 PM El reloj designa el momento
Estoy en la cima de un acantilado dejando que el frio viento me invada. Puedo observar el final del horizonte, donde no existe división entre el mar y el cielo oscuro. Sé que si ahora estuviera aquí solo, disfrutaría con mayor intensidad este momento… pero no es así, basta con girar la cabeza un poco y darme cuenta de que estoy acompañado. Únicamente me reservo a escuchar el todo, bebiendo lentamente un vaso de Vodka, disfrutando su sabor y notando variaciones en su medida.

11:28 PM El cielo marca el tiempo.
Es fantástico… es fantástico saber que puedo morir en un instante. He me aquí frente al precipicio, menos de 10 cm me separan de la muerte. Jugando entre las rocas, saltando, balanceándome, caminando, todo cerca de caer. De nuevo siento ese éxtasis que viene cada vez que juego con la muerte. Todos los presentes me miran con temor. No pueden aceptar la idea de mis actos, saben que un paso en falso me separa de la muerte y aun así no temo a fallar. Es inconcebible como la gente como ellos no quiere morir realmente, más del 70% de los suicidios no logra su cometido, y de estos solo el 5% fueron anulados por externos, todos los demás fueron intentos ineptos. Solo un pequeño porcentaje de estas personas, pierde el miedo a la muerte y viven para ello. Entonces siempre me pregunto ¿Miedo a la muerte?, ¿Por qué?, si la muerte nace contigo. La muerte es lo que da sentido a la vida.

Sueña y distorsiona la realidad (Fragmento de Caras sin rostro)

3:24 PM El reloj ha hablado.
Llego a casa y solo deseo dormir. Dormir disminuye la interacción humana, aunque espero recordar algo al despertar esta vez. La gran mayoría de las veces la situación logra tornarse muy extraña, incluso en algunas ocasiones, despierto con restos menores de sangre en las manos y en la cara. Nunca sé cómo llegan ahí. Al dormir demuestras lo que realmente eres, sin mascaras ni engaños, por eso me intriga saber el porqué de la sangre.

Esta vez pude lograr lo que tanto anhelaba y sin embargo no tengo satisfacción alguna. Mi sueño… un sueño que puedo recordar al fin.

He me aquí frente a la puerta de mi cuarto como si todo fuera a terminar al abrir. No hay nada más que  solo la puerta y lo que logra rodearla, todo lo demás es blanco y no hay nada más allá. Todo es silencio, el silencio pronostica lo peor. 3:47 AM marca el reloj y al abrir la puerta no cambia nada en la habitación. Solo puedo observar mi cuerpo yaciente y dormido encima de la cama y enfrente de la cama una sombra asemejando el cuerpo de una persona, como si esperara tomar una decisión. De pronto sin titubear se posa sobre mi cuerpo en la cama inclinando sus rodillas, gateando lentamente, para después observar mi rostro fijamente. No puedo distinguir su cara puesto que la oscuridad lo evita, tal como si no tuviera rostro alguno. Entre sus muñecas muestra una daga rota, la cual desliza suavemente encima de mi rostro dirigiéndola hacia mi estómago, realizando sutiles cortes en su trayecto. No puedo hacer nada, no puedo defender mi cuerpo yaciente, estoy inmovilizado, condenado a observar el fin. Decididamente clava la daga dentro de mi abdomen atravesando el estómago, desgarrando la carne y rompiendo la piel. Mi cuerpo yaciente se encuentra tenso, como si estuviese sin vida desde antes de comenzar a ser destruido. No puedo evitar que suceda, solo observo como la daga atraviesa mi cuerpo varias veces sin seguir un patrón,  de un lado a otro, una y otra vez , cada apuñalada con más intensidad que la anterior, salpicando con sangre la cara de mi asesino. Arrebatándome la vida con sus manos, y tomando mi alma como trofeo. No puedo evitar oír sus risas, no puedo evitar sentir odio y repulsión, no puedo olvidar su huella de sadismo. Solo puedo hincarme dejando caer mi cuerpo, destinado a observar el espectáculo donde soy protagonista. El miedo me invade. Ya no quiero mirar los restos de sangre expulsados en cada apuñalada. Todo se torna extraño y no puedo seguir mirando. Únicamente deseo bajar mi cabeza y que lo demás termine. De pronto todo se torna gris invadiendo la habitación, cubriendo el espectáculo, cubriendo como toman mi vida. Todo se comienza a borrar lentamente. Aun consigo escuchar las risas. Todo se torna oscuro y permite que lo demás desaparezca.

7:15 PM El tiempo se detiene.
He abierto mis ojos y esta vez algo cambia, lo primero que observo es una silueta encima del televisor, es muy estética. Es la silueta de un zorro. No puedo mirar su cara, ya que la oscuridad invade la habitación. La poca luz que entra al cuarto proviene de afuera y termina antes de lograr tocar su rostro, se detiene justo al terminar su pecho. Siento que me observa, solo está parado ahí arriba de mí, donde es más que yo, como si esperara algo de mi ser. No sé si es un sueño, aunque no parece serlo. Después de haber dejado de importarme a mí mismo las cosas no han tenido mucho sentido, he sido regido por juegos que mi mente crea, tal como las lagunas mentales que aquejan mi cabeza.

Después de un parpadeo todo se ha ido.

miércoles, 23 de marzo de 2011

Las palabras vienen por mí

He me aquí tratado de escapar de mi propia historia. Esta se ha convertido en un monstruo, exige atención y reclama ser escrita hasta el fin. Me cuesta trabajo no ceder ante sus deseos, ya que ataca mi mente sin piedad y continua haciéndome perder la cordura. Ya ni siquiera  puedo distinguir entre lo que escribo y lo que vivo. ¡Me está absorbiendo lentamente!
Los diálogos de la historia, no son más que el reflejo de mis experiencias pasadas. Al volver ser recitadas, estas cobran vida en mi ser, transportándome así a diferentes emociones encontradas dentro de mi mente. ¡Tengo miedo de esas palabras! ¡tengo miedo de que vengan por mí! ¡tengo miedo de que traten de regir mi alma, en un intento por vivir fuera de las letras!
Algunas personas se han sentido victimas de pensamientos agresivos que esta les emana. La historia intenta destruir a casi todos sus lectores. A las personas que no destruye, las intenta absorber con el fin de usarlas como títeres y con esto lograr la tan anhelada vida real. Primero las atrae con su poesía sadica, después juega con su estado de ánimo identificando así quienes son dignos de portar con su causa. Una vez que encuentra a sus fieles, se introduce en su cabeza, guiando sus movimientos a través de las reglas impuestas por guiones.
"Viene por ti debajo de la piel de las letras." Una frase un tanto extraña, pero me obliga a reflexionar al respecto.


El miedo que me invade al escribir es lo que ha incitado a la historia a querer devorar todo a su paso, incluso incluyendo a aquel que le dio la vida. Nunca me han importado las demás víctimas de esta, el problema es que ahora ya no me presenta respeto. Caí tan bajo que me he puesto al nivel de sus presas, y ahora hasta mi propia historia sin rostro intenta derribarme. Todo empezó a salirse de control gracias a que he jodido mi propio refugio, cada vez que escribía algo nuevo en la historia, recordaba el rostro de ella... ¡Pero ya no lo hará más! Hace poco asesine la parte de mí que figuraba esa debilidad, dejandola caer desde tan alto, que al alcanzar el fondo pereció.


La única forma de no ser destruido por el monstruo de tinta, es no mostrar debilidad ante esta. No hay forma de destruir la historia, más que eliminando todo rasgo tangible de que existió. Pero me reusó a brindarle un único alojo en mi mente, ya que deseo que salga a hacer el cometido por el cual fue creada. Es un monstruo que deje salir, y lo hice por que no quiero que siga viviendo en mí. Solo trato de sacarlo por completo, para enfrentarlo a los ojos. Sé que no volveré a mostrar temor ante él. Haré que este muera dentro de mí, al igual que lo hice con aquel recuerdo de ella. 


El monstruo de "Caras sin rostro" morirá, y estaré ahí para verlo. Las letras serán su cuerpo plastinado, en el cual podre admirar lo que fue y a la vez sabré que ya no podrá dañarme. La mirare de frente y escupiré en su lienzo de letras. Una vez fuera de mí, aprenderás a temer al fuego y a las gotas de agua.



Extrañamente puedo jurar incluso con mi vida, que este escrito es real.

martes, 22 de marzo de 2011

Necesito más de lo que expreso

Te sientes triste, con falta de ánimo y no quieres aceptar tu realidad. Te obligas a tener que salir con tus amigos a algún club nocturno. Prefieres salir con ellos sin aceptar que la razón real de tu salida, es conseguir amor. Te escudas en que solo quieres sexo fácil, pero dentro sabes que necesitas sentirte deseado… necesitas sentirte sentimentalmente importante para alguien más. Llegas al club tratando de expresar lo mejor de ti, buscando una mirada de interés entre los rostros de las chicas presentes. Comparas tus opciones y decides arriesgarte por la mejor postora, pero aun así no suprimes las demás oportunidades, dentro ti tienes miedo de quedar solo al final de la noche.
Miras los ojos de una de ellas, fingiendo que hay química entre ambos.  No te interesa pensar si aquel objeto necesita también de alguien más o si solo quiere divertirse, prefieres apegarte a la ilusión de que eres especial. La observas detalladamente mientras la invitas a bailar. Al admirar su cuerpo te das cuenta de que no tienes a una mujer enfrente, solo estás viendo a un trozo de carne con el cual trataras de saciarte. La besas un poco mientras bailas, ignorando así sus defectos. Después de probar sus labios, reconsideras tus opciones. A veces decides terminar la canción y seguir con otro objeto, si es que tienes el lujo de portarte exigente. De todos modos al final te da igual quien sea, solo no quieres estar solo en la noche. Tomas en mente a la chica más segura en compartir contigo, fijando tu atención en ella. Sigues ingiriendo alcohol, como si lo necesitaras para decidir arriesgarte con aquella mujer. Únicamente bebes, para poder justificar tus acciones después. Inicias a besarla otra vez y dejas que la noche continúe su rumbo.
Abres los ojos a la mañana siguiente, volteas a un costado, y te das cuenta de que has intimado con alguien que ni siquiera te gusta un poco. Lo peor es ese bajón emocional, que te produce saber que necesitas de aquella persona a tu lado, para sentirte amado. Muchos lo llaman sobriedad, pero la verdad es que va más allá. Es un sentimiento de vacío, que te obliga a dirigir unas palabras a aquella persona antes de despedirte, con tal de tratar de aminorar la carga emocional que llevas dentro. Es cruel saber que mientras más vacía es tu vida, más tiende a pesar.
Ya no quieres necesitar sentirte amado, ya no quieres necesitar a alguien más. La necesidad te ha doblegado tanto, que ya no juzgas al objeto que te puede brindar amor. Sabes que has estado con menores de edad, has tocado la mujer de otro, incluso has compartido con quienes te provocan asco. Nada de esto te importa al final, con tal de sentirte amado. Necesitas poder empezar a amarte a ti mismo. Necesitas tener una razón, que te haga sentir que vives. Solo sabes que no quieres seguir así, pero no encuentras otra forma de sobrevivir. Sé que a veces te preguntas, si de verdad vale la pena vivir.

El chico que soñaba con alcanzar la Luna (Escrito 1)


En mi vida he andado divagando por el mundo, con el afán de ir recolectando historias. Platique con mucha gente y también viví muchas experiencias nuevas, pero de aquellas historias ajenas a mí, solo ha habido una lo suficientemente relevante como para ser contada. Es una historia diferente a todas las que he oído y la diferencia, radica en que me refleje a través de los ojos del joven que me la conto. Esta es la historia del chico que soñaba con alcanzar la luna.

Todo comenzó cuando el joven Chrystofer leyó un poema que cambio su vida. El poema fue escrito en honor a una tal Luna, él no tenía idea de que o quien era esa tal Luna. Comenzó a indagar y continúo leyendo los textos referentes a ella, fue tanto el interés por saber más de esta, que su dócil mente creo una obsesión en él. Al principio solo eran un par de palabras escritas hacia ella y algunas pequeñas notas musicales, pero después se convirtieron en pensamientos más complejos. Pasaba horas ideando el primer encuentro con su amada, imaginando una y otra vez el sabor de sus mejillas. A pesar del amor tan puro que sentía por su figura, él tenía miedo de mirarla directamente, no quería enfrentar el hecho de que tal vez ella amara a alguien más. Busco otra forma de admirarla sin tener que verla en persona así que encontró una foto, la cual miraba todos los días antes de salir a vivir su vida. Tuvo que pasar mucho tiempo antes de que él decidiera perder la vida, para dedicarse a encontrar la forma de poder estar con su amada. Poco a poco fue siendo consumido por su obsesión, y lentamente se dejó llevar por las ideas que sugerían un encuentro con su musa.

Un día se dio cuenta de que podía ver su rostro reflejado en las olas, no me sorprendí cuando me lo conto, ya que también declaro verla en todas las cosas dentro de la oscuridad de la noche. Al ver el rostro en el mar intento alcanzarla a través de él y comenzó a nadar todos los días con la intención de prepararse físicamente, para que alguna vez pudiera encontrarse con ella al final del horizonte. Miraba todas las noches el mar embravecido, le gustaba saber que del otro lado del mar se encontraba su amor, así se mantuvo durante mucho tiempo esperando pacientemente hasta que llego el día predestinado, y en ese día, él decidió robar su atención. En el día predestinado comenzó a llover, entonces vio nubladas sus esperanzas por un momento, pero aun así nada de esto derrumbo sus sueños. El simple hecho de poder encontrase con su amor del otro lado del mar, fue suficiente para que él comenzara a remar aun en contra de la corriente. Los problemas lo golpearon en la cara constantemente, él sabía que todos lo verían como a un bobo por seguir un sueño tan irreal pero seguía sin importarle todo esto, puesto que él de verdad quería ver convertido su sueño en realidad. Siguió remando hasta caer ante el cansancio y a la mañana siguiente despertó con los fuertes rayos del sol, como si este se burlara también de su pobre intento. Se dio cuenta de que no lograría nada con intentos como este, así que regreso a la costa totalmente desilusionado y por si fuera poco, con una fuerte insolación encima. Dijo él que después de remar un rato bajo el sol indomable, quedo inconsciente y lo último que recordaba de ese suceso, fue cuando unos pescadores le estaban dando primeros auxilios dentro de una cabaña. Por cierto, recalco que la cabaña era muy bonita.

Esto no opaco sus esperanzas de encontrarse con su amada, por el contrario fue un gran incentivo para que Chrys se aferrara más y más a la idea de amarla. Entonces probó una y otra vez, diferentes planes aunque todos fracasaban al final. Una vez robo un globo aerostático de color naranja fluorescente, con café y azul turquesa… sé que el color no presenta relevancia alguna en la historia, pero de verdad tenía que mencionar el color ya que era un globo con colores horribles y por si fuera poco la canasta era rosa. Bueno el punto es que robo el globo, y se dispuso a navegar por los fuertes aires que dominan la superficie del mar. Claro que era de esperarse una gran catástrofe por parte de nuestro joven amante. Él no tenía ni la más mínima idea de cómo andar en globo, solo sabía que se le tenía que llenar de aire caliente para subir y esperar a que este se enfriara para bajar. Después de unas dos horas de vuelo, su viaje acabo siendo consumido por las llamas. He preguntado a varios dueños de globos aerostáticos, y ninguno tiene idea de cómo se pudo haber prendido fuego solamente la canasta, claro aunque era de esperarse que después de que la canasta se quemó, todo el globo ardió en llamas. Chrys relato que él se había quedado dormido mientras viajaba hacia su amada, entonces se despertó gracias a que no podía respirar muy bien, y cuál fue su sorpresa que al abrir los ojos la canasta estaba siendo consumida por el fuego. Chrystofer desesperado salto del globo hacia el mar. Para su fortuna como se había quedado dormido, olvido llenar de nuevo con aire caliente al globo, así que este se encontraba a baja altura. La caída le dolió bastante al tocar el agua, pero no le dolió más que ver otro de sus intentos frustrados y bueno su castigo adicional, fue tener que nadar de nuevo hacia la costa. Aunque me dijo que no le importó en ese entonces, como antes había intentado cruzar el mar en una barca, se había forjado un cuerpo bastante musculoso así que le tomo una hora continua, nadar hasta la costa. De hecho desde antes de tocar suelo, los pescadores quienes ya lo habían conocido desde su suceso anterior, fueron en su rescate.

Siguió con múltiples intentos sin obtener resultados positivos, incluso trato de conseguir su objetivo de la forma menos probable. Escribió una carta a través de la computadora, donde enumeraba de una forma lógica y coherente, una serie de razones por las cuales la tal Luna debería visitarlo. Cuando comento a externos su plan, estos comenzaron a reírse y a decir que era la idea más estúpida que había tenido. Y como ya sabrán… no le importó. Él no quiso entrar en detalles con su carta, solo me dijo que la envió a través de un mail y que sus plegarias escritas, nunca tuvieron respuesta alguna. Aunque yo no tenía idea hacia donde dirigió la carta, la verdad es que tuve miedo de preguntar y lo primero que se me vino a la mente, fue que él era demasiado obsesivo. Su obsesión fue lo que me hiso reflejarme en sus ojos.

Después de que este último plan de la carta fallo, tuvo que idear uno nuevo. Esta vez el plan no podía fallar. Planeaba robar un avión, ya que con él podría cruzar el mar y al fin encontrarse con su amada Luna en el horizonte, justo donde los ojos humanos ya no pueden alcanzar a ver. Analizo miles de veces este plan y se dio cuenta de que no podía fallar, entonces descargo un emulador de vuelo desde internet, y se puso a practicar todos los días. Él mismo sabía que su plan era un tanto estúpido, pero después de haberlo intentado todo ya no tenía más ideas. Vigilo las operaciones de una aerolínea pequeña durante una semana, realizo cálculos, tomo tiempos, investigo a todo el personal, etc. Hizo todo lo que podía hacer, con tal de que él pudiera robar el avión y así llegar directo a su destino. Descubrió que la aerolínea estaba casi en banca rota, y por lo tanto diario guardaban un avión diferente en el hangar (para ahorrar costos de operación). Así fue como supo que podía robar el avión sin que nadie lo viera. Solo le faltaba resolver un problema… como abrir la puerta principal del hangar y así poder lograr su cometido. Entonces se preocupó por entablar una amistad con uno de los mecánicos de la aerolínea y una vez que se hicieron amigos, Chrystofer le confeso su plan pidiéndole de favor (a cambio de una importante suma monetaria) que le abriera la puerta del hangar el día de su escape. Este señor accedió y declararon un día, en el cual habría aún menos actividad de lo cotidiano. Llego el día predestinado y se llevó a cabo el plan que tenía Chrystofer, sus cálculos estuvieron bastante bien, sus tiempos fueron exactos, incluso el análisis al personal fue infalible, ya que él sabía quién era cada uno de ellos y donde estarían exactamente a la hora del suceso. Todo fue prefecto, y al llegar al hangar el mecánico ya lo esperaba. El señor al ver la señal del joven amante, este procedió a abrir la puerta principal. Chrys subió rápidamente al avión y se dispuso huir, a refugiarse con la dueña de sus pensamientos, cuando de pronto se llevó una sorpresa… el avión no tenía gasolina. Se dio cuenta de que todo había sido una trampa. El señor había avisado a la policía desde antes, solo para poder cobrar una jugosa recompensa al evitar el robo. Chrys comenzó a ver a los policías acercándose y lo único que pudo pensar en ese entonces fue: “¡Cielos! Tardare aún más en encontrarme con mi amada”.

Cayó en juicio y por supuesto que perdió el caso y a pesar de haber estado preso durante algún tiempo, no le importó ya que sabía que todo esto era en nombre de su amor. Al cumplir su condena, lo primero que hiso fue buscar nuevamente a la Luna. Es importante mencionar que esta nunca lo abandono dentro de la cárcel, él siempre veía su reflejo a través de su ventanita. Podía ver el reflejo de su cara en cada cosa que miraba, siempre y cuando fuese de noche, ya que él sabía que para su Luna la noche era lo más importante. Esta vez escribió una nueva carta, en esta le conto todo lo que él había vivido tratando de estar con ella. Escribió absolutamente cada detalle y lo mando por mail, esperanzado en que por fin recibiera respuesta a sus plegarias.

Por muy extraño que parezca… esta vez sí recibió una respuesta a su carta.

Yo podría decir que sigo admirando la firmeza que note en sus ojos, al decir que todavía no ha abandonado este sueño, de hecho esta historia la escuche hace unos algunos días en el aeropuerto. Él mismo me la conto mientras esperaba a que su vuelo a España se anunciara. En la respuesta que Luna dio a su carta, le pidió que por fin se encontraran. Luna era una chica que amaba el arte, hasta tenía un blog donde escribía poemas dedicados a su pseudónimo, es por eso que él sabía que en el horizonte, justo donde terminaba el mar, iba a encontrar a su amada. Chrystofer solo quería cruzar el mar Atlántico, y con esto llegar a España.

Desde el principio supe que él hablaba de una chica que valía la pena, de no haber sido así nunca se hubiese tomado la molestia de querer alcanzarla. Su historia tan alocada me fascino. Es la única historia que he escuchado, capaz de expresar un sentimiento tan puro como lo es el amor. Debo decir que por eso también me refleje en sus ojos, yo sé lo que es estar perdidamente enamorado de una mujer. No te importa cómo, ni porque, solo sabes que deseas estar con ella a pesar de que los problemas te golpeen en la cara, incluso aguantando burlas, humillaciones y rechazos por parte de tu misma amada. A veces pienso que el mundo sería un mejor lugar, si hubiese más personas como él, capaces de no ser egoístas amando a alguien más que no sean ellos mismos, y con la fuerza suficiente para lograr sus sueños. No tengo idea de que haya sido de su encuentro con Luna. Pero estoy seguro de que esa persona, es capaz de ser feliz a pesar de cualquier problema.

Si no sueñas, nunca sabrás lo que hay más allá de tus sueños.

Hola lector, te escribo una petición.
Me parece justo el intercambio de palabras, si te ha llamado la atención este escrito te incito a escribir algo de vuelta. Regálame tus pensares después de leer esta mi primer historia corta.
Gracias por leerme.

Sueños delatantes

Tengo miedo de mis sueños. Siempre he tenido miedo de ellos, pero ahora sólo puedo sentir pavor. Tengo ganas de llorar, tengo ganas de tirar las armas, tengo ganas de dejarme caer ante ellos. Toda mi vida se resume en pensamientos oscuros que acaban por volverse pesadillas.
Odio esta situación, odio tener que escribir, odio esta parte de mi maldita vida. Ya no sé qué hacer, me siento patético. Es patético tener que doblegarme ante mí mismo. Odio tener que renunciar a mi vida, con tal de probar si esa es la solución.
Sólo conozco una solución realmente… Suicidio.
Aunque jamás tomaré esa solución, jamás la tomaré. No lo haré a pesar de que es la única solución que conozco, mas no significa que es la única existente. No me quiero cansar de buscar esa solución que se mantiene oculta. No me quiero cansar, pero tampoco desearía seguir perdido en la oscuridad. Pesadillas como las de hoy, son las que me demuestran cuan cerca estoy del precipicio.
La línea que divide la demencia y la razón, se hace más delgada. Hace mucho aprendí  a jugar con esa línea, fue una de las mejores épocas de mi vida. Pero ahora…  ya no es un juego y cada día me es más difícil distinguir entre los sueños, deseos inconscientes y la realidad que estoy viviendo.
A veces sólo quiero dormir y no volver a despertar.




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