Todos han
dejado de leer mis palabras, ya nadie se toma el tiempo para pensar en por qué aún
escribo. Ni se preocupan por criticar lo que corre en sus mentes mientras están
frente a mis textos. Ya no los leen.
Con prisa inconscientes egoístas, deambulan sin prestar atención, no dejan más momentos dedicados para saber qué son mis letras. Les es irrelevante saber que me motiva a escribir. Sí... esa es mi realidad, a mis textos ya nadie los lee.
Ya no los leen, ahora, sólo
los sienten. Sonríen y lloran, intentan amar tan intensamente como los
protagonistas, dejan a un lado que es una lectura. Se toman la libertad de ser
parte la historia, besan con la misma energía, perciben los aromas, degustan el
dulce sabor de los labios azucarados.
No se preocupan por lo que en su mente pasa, no les preocupa, mejor guardan silencio, entonces escuchan a su corazón. Los acelerados latidos, el calor de la piel, los suspiros robados, únicamente eso cautiva su atención.
Hermosa naturaleza de mi lector, ser el protagonista en cada una de las historias, entender
que realmente son ellos de quien hablo que lo que cuento es parte de su vida. Yo simplemente
se los hago recordar.
Hablar sin ser escuchado, la mente calla
ResponderBorrarEl hombre al fin se ha olvidado
Ya su boca no exhala suspiros, ya su lengua no muerde palabras.
Yo una vez fui, hoy no soy nada.
Mi conciencia, cordura extraviada, pide a gritos un alma que recoja su silencio.
El sonido de labios y de letras, sin ser convertidas en ruido se vacían al olvido. Pero unas tantas veces, al olvido fueron destinadas por principio.
BorrarQue en ese sitio yo suelo suponer, se encontraran aquellos a quienes me dirijo.
De ahí, a las corduras extraviadas y las consciencias no desarrolladas escribo.
Recojo su silencio sin convertirlo en ruido, sólo me lo llevo conmigo, de su mente lo elimino.
(Aunque por intuición, más bien pienso que él mismo huye con sigilo.)
Gracias por no callar, gracias por demostrar que en el no ser nada, aún hay alguien. Y no sólo alguien cualquiera... alguien que me lee, alguien a quien hago sentir.
Ojalá pueda regalarte más acciones que inciten tu expresar textual...