miércoles, 25 de abril de 2018

Obsequio latente

No conozco tu rostro pero conozco tu corazón. Es el mismo que late dentro de mí, el mismo que ahora me permite vivir. Que a pesar de nunca haberte mirado a los ojos de forma probable te entiendo mejor que nadie, y sé muy bien, lo dadivoso que tú palpitar puede ser. Con cada latir recuerdo disfrutar los instantes, recuerdo oler las rosas, recuerdo amar, recuerdo sonreír más seguido.

¿Qué con la vida tan efímera y la existencia material eterna? Ahora entiendo, nuestra huella de carbono puede ser algo más si se acompaña de trascendencia. Si somos un espectador o un actor, yo desde aquel día he sido lo segundo, y no hago más que ser la mejor versión de mí en cada momento. Me cambiaste la vida al tocarme, me cambiaste tras darme una segunda oportunidad de vivir.

Gracias por compartir conmigo algo más allá de tu corazón.

viernes, 6 de abril de 2018

Hagámoslo discreto

Tú simula indiferencia, yo fingiré que no te observo. Hagámoslo de forma que nadie lo perciba, vamos sólo a vernos cuando nadie más nos mire. Ocultarnos, será la base, el negarlo elevará la emoción.

Un discreto coqueteo de manos bajo el escritorio. Un susurro ocasional que entrediga perversiones. Un casual roce de cuerpos tras cruzar nuestros caminos. Un descuido intencional que muestre para mí tu entrepierna...

Probando tu boca ansiosa por besarnos en el almacén, para luego ahogarme en tus mordidas al final del día. Inhalando la huella de perfume que dejas sobre mi camisa, dopándome en ella, evitando que otros la puedan percibir.

Nuestros momentos, como una cita laboral: repletos de formalidad mas faltos de pudor; de inmersión segura a un alto riesgo; siempre muy profesionales aunque desmedidos.

¡Anda! Vivamos en prohibición... disfrutemos el secreto.
"Enamorados en oficina"

martes, 13 de marzo de 2018

Singularidad

Me perdí entre tantos destinos pero justo ahí te pude hallar ¿cuánto más perdida estabas? que en mí encontraste un camino. Me perdí entre tantos abusos, que nunca entendí si siempre fui yo la sustancia. ¿Pues es que yo era el más nocivo o por qué sólo en mi la dependencia?

Tú miraste en mis ojos más allá de tu reflejo. Discerniste algo especial y me enseñaste a verlo. Allí empezó todo. Logré un solo estilo, al fin, era único. Por primera vez en la vida, me volvía alguien singular.

Decidí abolir mis excesos. Comencé por dejar la pesca de arterias con arpón. También abandoné el polvo estelar, degrade su magia a falsedad, e incluso, me negué a las ansias por el humo; el vapor de mi tren 4/20 rumbo a los sueños.

Todo este tiempo me perdí entre los senderos, aunque, más bien, en realidad me perdí tratando de escusar al sujeto del espejo. Aquel a quien nunca miraba de frente y sentía vergüenza de él. Entonces TÚ, me hiciste caer en mente propia, en quién podía ser, lo que podía lograr. Me mostraste un auto-concepto que comenzó a gustarme.

Desde ahí... inconcebiblemente, y gracias a ti, de las mujeres en mi vida ahora ya sabía sus nombres. El tuyo había sido el primero que aprendí, y el de mi madre, el primero que con un perdón lo pude conjugar.

Gracias por haber sido ese complemento en mi singularidad.

miércoles, 27 de diciembre de 2017

Frente a las olas

Cuando volví a mi lugar seguro, todo parecía igual que siempre mas no era ese sitio existente en mis memorias, esta vez era el real. El mar se mostraba pasivo, relajante y armónico. Las personas coloreaban el paisaje con sus atuendos, no importaba si andaban a prisa o si habían decidido disfrutar de la playa caminando.

Un enfoque inclusivo existía. Los insectos reposaban sobre mi piel y no me incomodaba. Aporreados, saltaban los peces sobre el oleaje; el ciclo de la vida no era interrumpido. Entonces, paso a paso él se acercó con un compañero canino. Me había encontrado con parte de mi pasado, y tras cambiar palabras con él pude reparar un conflicto interno. Me agradó escuchar quién ahora es...

Después volví allí repetidas veces durante mi retiro. Disfruté de la pesca y la escritura por la mañanas. Por las tardes compartí con viejos y nuevos amigos nuestro antiguo hábito; sentarnos a escuchar las olas y conversar. Incluso, ayudamos a un remolino de mar a devolver un par turistas que le harían indigestión.

Sí, lo sé. Yo lo sé. En mi lugar seguro todo sucede a la vez.
"Atardecer en bahía principal de Acapulco"

viernes, 13 de octubre de 2017

La pregunta

Después de atascar nuestras bocas con el sabor del otro. Despues de saturar nuestra piel desnuda con un sudor expelido por ambos. Después de sólo hacer esto sin compromisos, y siempre, en la privacidad de una alcoba. La invitación a un beso en público se convirtió en la pregunta.

Todo fue resumido a ese momento, era un sí o un no depositado en si existiría afecto al juntar nuestros labios, un afecto, fuera del contexto lúbrico. Entonces la acción que tomé no fue lo que ella esperaba. Mi beso, fue una respuesta distinta por cada versión de mi ser...

Imagen de signo de interrogacion, marca de pregunta en color rojo
"La pregunta"
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