domingo, 17 de septiembre de 2017

En el exilio

Nadie me conocía, nadie sabía lo que yo había hecho. Me encontraba en un oasis en medio de la nada, en una playa distante a mi hogar, allá, fuera de mi pasado y presente. Aparté los ojos de mi copa vacía y divisé el mar. Dos féminas se bañaban sin ropa, lucían alegres, eso me hizo cuestionarme "¿de qué escaparán?". Todos allí lo estabamos haciendo, todos habíamos huido a refugiarnos en ese exilio, ¿ellas, de qué lo harían?.

Decidí dejar de divagar. Suspiré para volver en mí, pero como el aire apestaba a hierba no pude hacerlo. Volví a tratar de enfocarme aunque ahora era la música extraña, sin importarles el apasible ronroneo del mar, subían el volumen irrumpiendo el ambiente. También, el constante intento por venderme pulseras me fastidiaba; mi asiento era rígido; la arena irritaba mi piel; y el sol, ahora se sentía como un infierno calcinante: azotando con su furia incluso a través del techo de palma. Cada vez iba agregando más cosas negativas, parecía que cualquier estímulo me molestaba, entonces, caí en cuenta, me pregunté, "¿y si quizás no es el lugar?, tal vez, ser yo mismo es lo que me incomoda".

La idea me mantuvo estático unos minutos. Pasé saliva, enjugué mi frente con una servilleta y me acerqué a la barra para pedir un trago más. Mientras esperaba una de las mujeres que había visto nadando me abordó por la espalda, ¿qué te trae por aquí?, preguntó con voz dulce y un acento francés. Dudé un momento en responderle o en simplemente ignorarla. Volví a suspirar, la miré a los ojos sin reparar en su piel desnuda y le dije altivamente "lo mismo que a ti". En seguida sentí su desprecio y disgusto mas preferí ignorarla, antes de irse dijo algo en su idioma con un tono hostil. Yo, sólo bebí mi licor de un golpe, y salí caminando hacia la orilla del mar en busca de otro lugar... 

Empatizar con alguien aún me seguía aterrando.

viernes, 13 de enero de 2017

Oscuro reflejo

Siempre pido un descafeinado cuando me refugio en la cafetería. Una vez por semana de 7 a 8 de la noche, me gusta mirar mi reflejo en el café. Lo contemplo antes de beber un poco y luego escribo lo que vi en él... las hojas en mi libreta ya guardan bastante de lo que he mirado allí.

Yo, me pierdo y recuerdo, hallo todas las memorias entre mi caos ordenado.

Foto de lista con cosas por hacer para cambiar mi destino
"Lista de destino"

domingo, 25 de diciembre de 2016

Versos nacidos desde el Códice Matritense

Foto de Códice Matritense más versos adscritos

Cuando aún era de noche,
cuando aún no había día,
cuando aún no había luz,
se reunieron,
se convocaron los dioses
allá en Teotihuacán.

Comenzando con la nada
desde allí crearon todo.
Tras ellos quedó el sol
tras ellos quedó la luna
tras ellos quedó nuestra calzada.

La ciudad misma,
al partir
fue su regalo.


lunes, 14 de noviembre de 2016

No recuerdo con exactitud

Ya no recuerdo el día exacto y eso me agrada.
Sólo sé que la fecha es cercana a estos días 
y eso sólo lo sé por contexto.

Ya no está ahí el recuerdo, y eso me agrada.

viernes, 23 de septiembre de 2016

Nunca dejas de danzar

Y yo lo hice igual, dancé con mi pluma por encima del papel. 
Cada paso lo convertí en una letra, 
plasmé sus huellas como se habrían marcado sobre la arena del mar.

Mi coreografía inspirada en la obra de un hombre y su retrato, 
nacida en sus dedos que danzaban a través del piano.

Sí. Es por Wilde que entendí nunca dejas de danzar, 
sólo lo haces con distinta parte del corazón.


Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...